Extrangeros

Resumen

Hoy, más que nunca, parece imposible construir una obra que tenga el cuerpo como elemento central, considerando únicamente el restringido -aunque excesivo- ámbito de las representaciones visuales. Nuestro contexto cultural, en el que se superponen múltiples representaciones sociales, políticas, religiosas, jurídicas, médicas, científicas y sexuales del cuerpo, muestra la complejidad que se desprende de esta red de significados emergentes. Del mismo modo, ya no podemos ignorar la relación dinámica que se establece entre el cuerpo de la obra y el cuerpo del observador en el momento de la fructificación estética. Este espacio virtual está siempre impregnado de experiencias individuales en un diálogo constante, aunque no siempre consciente, con las demás representaciones producidas en el universo de la cultura. Como expresa Alain Corbin (2009, p. 9) : "El cuerpo es una ficción, un conjunto de representaciones mentales, una imagen inconsciente que se elabora, se disuelve, se reconstruye a través de la historia del sujeto, con la mediación de los discursos sociales y los sistemas simbólicos." ¿Qué es o qué puede ser el cuerpo, ese frágil y opaco envoltorio que encierra al sujeto, principio y fin de la propia humanidad? En este momento, el mundo parece no tener respuestas a esta pregunta. A los "extranjeros" o, simplemente, a los que se ven obligados a desplazarse para el mantenimiento de la vida, se les suprime su derecho a la libertad y al ejercicio simbólico, dejándoles sólo el reconocimiento de su propia fragilidad: mi cuerpo mi casa.